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martes, 12 de enero de 2016

Así se trabaja en un edificio 100% renovable


Asunción Ruiz , directora ejecutiva de SEO/Birdlife, en el tejado de la sede de la organización conservacionista. JAVIER BARBANCHO



Las oficinas de SEO/Birdlife no sólo se autoabastecen sino que producen energía

El autoabastecimiento energético en una ciudad como Madrid parece un sueño, pero la organización conservacionista más antigua del país quiere demostrar que es posible empezando por sus oficinas de Puente de Vallecas. En la calle Melquiades Biencinto 34, se sitúa la sede de SEO/Birdlife, un hermoso edificio protegido por Patrimonio que no sólo se abastece con energía 100% renovable sino que produce parte de ella gracias a un generador fotovoltaico instalado en su tejado. 

La fecha no ha sido elegida al azar: el mismo día que instalaron sus placas solares, el 30 de noviembre, comenzó la cumbre sobre el Cambio Climático de París, que finalizó el 11 de diciembre. «Es un acuerdo absolutamente insuficiente, pero es histórico: lo han firmado 196 países, entre ellos China y Estados Unidos. Es el principio del fin de los combustibles fósiles, pero el reto es tan grande que no se puede dejar sólo en manos de los gobiernos», explica Asunción Ruiz, directora ejecutiva de la organización. Y con el objetivo de concienciar y conseguir un compromiso vinculante por parte de los ciudadanos, decidieron ser los primeros en dar ejemplo.

Para el visitante, estas oficinas pueden parecer un lugar de trabajo como otro cualquiera: 417 metros cuadrados repartidos en tres plantas donde trabajan unas 40 personas. Pero una serie de pequeños gestos ha hecho posible la reducción de sus emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera además de una significativa reducción en el gasto de su factura. 

«Hace tres años firmamos un acuerdo con la empresa sin ánimo de lucro Ecoo. Encargamos una auditoría energética, que puede encargar cualquier ciudadano, para saber qué capacidad tienes a la hora de reducir tu consumo», cuenta Ruiz. Las medidas que adoptaron eran tan sencillas como bajar la potencia eléctrica contratada, instalar un interruptor para los sistemas de refrigeración y sensores de presencia y temporizadores para la luz, revisar los cierres de las ventanas, utilizar temporizadores de agua en los grifos, sustituir todas las luminarias por LED y concienciar a los trabajadores en el uso del papel.

«No hay kilovatio más renovable que el que no se consume. Hemos reducido nuestro consumo de energía casi el 20%, pero es que además nos ahorramos más del 25% de la factura de la luz», afirma la directora de la ONG, que dirigiéndose a toda la ciudadanía añade: «Aplicando las medidas de una auditoría energética una vivienda media de 100 metros cuadrados puede ahorrar en el año el 45% de su consumo energético, y esto es evitar la emisión de unos 2.300 kilos de CO2 al año. Pero sobre todo es un ahorro para el bolsillo». 

Con todo, aún era necesario consumir energía, suministrada por una compañía que seguramente apoye el uso de combustibles fósiles. Así que llegados a este punto SEO/Birdlife decidió contratar energía limpia. «Se trata de comercializadoras que te garantizan que el 100% de tu consumo eléctrico va a ser renovable. No es un ahorro económico, pero no te cuesta más y no supone ninguna incomodidad cotidiana. Hay varios, nosotros lo contratamos con SOM Energía en Madrid, Barcelona y Valencia», cuenta Ruiz. 

El último paso -y el más problemático dadas las trabas burocráticas y económicas introducidas por la reforma eléctrica y el Real Decreto de Autoconsumo según indica Ruiz- fue producir su propia energía. Para recaudar los 6.900 euros necesarios para la instalación de 12 placas fotovoltaicas crearon una campaña de crowdfunding en la que participaron casi 200 mecenas aportando entre 10 y 600 euros. Como no podían lucrarse con este ahorro energético, decidieron realizar proyectos en defensa de la biodiversidad con ese dinero. El primero: la reforestación de un bosque de ribera en Rivas Vaciamadrid.

«Es verdad que consumimos en este momento más de lo que producimos porque no tenemos las suficientes placas, pero poquito a poco iremos comprando. Nuestro deseo final es que podamos producir toda nuestra energía», concluye Ruiz, que invita a los ciudadanos a participar en este cambio.


Publicado por FÁTIMA ELIDRISSI   EN EL MUNDO

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